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Odio las desilusiones, la parte mala de la vida, esos chascos que, jodidamente jodidos, hacen falta que pasen.. porque de los errores se aprende, no?
A pesar de que no tenga los cojones ni de afrontarlo ni de llamarlo por su nombre.

No me creo que este haciendo esto.. me creía de otra forma..
Sinceramente, es la sensación más rara que he podido experimentar.

Y encima, hacer que no pasa nada. Menos mal que sé mentir cuando toca.